La aerofobia es un imán que puede atraer a otras fobias: Claustrofobia, Acrofobia, Agorafobia y Pánico.
Ante una situación (turbulencias) o simplemente pensar en el hecho de volar, se generan estados de ansiedad: taquicardia, sudoración, ahogo... y pensamientos negativos: " Esto se cae ", " Nos matamos ". Estos pensamientos provocan conductas de evitación o afrontamiento con gran coste emocional.
Dos pensamientos alimentan la ansiedad:
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Miedo a la muerte
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La falta de control del avión.
La terapia cognitiva-conductual trabaja sobre estos tres pilares de la conducta: pensamientos cognitivos, reacciones fisiológicas y comportamientos, además de proporcionar información sobre el entorno aeronáutico eliminando fantasías que provoca el desconocimiento.
DESCONOCIMIENTO = INSEGURIDAD = MIEDO